LEYENDAS URBANAS



LAGUNA DE PISAYAMBO

Leyenda del tesoro de los Incas
Cuentan los cronistas que en la época de la conquista vivía un español de apellido Valverde, quien estuvo casado con la hija de un cacique, quien era el jefe máximo de esta zona.
Este español no tenia muchos recursos, en tal virtud al ver la precaria situación en la que vivían ellos, el padre de la chica le revela a su yerno el Sr. Valverde. Una historia en la cual se detallaba la trayectoria que siguió el General Rumiñahui, llevando el tesoro de Quito que servia, para el rescate de Atahualpa. Al ser ejecutado Atahualpa, Rumiñahui decidió esconder el tesoro en lo que hoy es el Parque Nacional Llanganates, del cual el suegro de Valverde fue el principal ejecutor.
El cacique invito a Valverde a realizar una jornada de 5 días, saliendo desde Píllaro hasta el lugar donde estaba el tesoro escondido de los Incas, con la condición que Valverde nunca revele el lugar donde se encontraba el tesoro. Los relatos indican que Valverde entro en varias ocasiones saco grandes cantidades del tesoro; Valverde se convirtió en un hombre muy rico y regreso a vivir en España.
Después de vivir muchos años en España, Valverde revelo el secreto de tales tesoros en un manuscrito dirigido al Rey de España. Este manuscrito desde esa época se le conoce como el Derrotero de Valverde.
El Rey de España encargo a un sacerdote de apellido Longo para que organice una expedición junto al gobernado de Tacunga (Latacunga). El Padre Longo llego a Ecuador y se entrevista con el gobernador y meses más tarde comienza la expedición; viajaron con 100 indígenas cargados de provisiones. El primer día salen de Píllaro y realizan el recorrido hasta el Cerro Guapa, lo que hoy corresponde a Huagraguasi, en donde deben pernoctar la noche, en la madruga deben ponerse con sus espaldas con dirección a la ciudad de Ambato y mirar hacia el oriente donde localizarán una montaña con 5 picos que es el lugar donde deben llegar al termino de la quinta jornada, donde se encuentra el tesoro de los Incas.
El segundo día remontan la cordillera y llegan hasta la Laguna de Anteojos, en la madrugada tienen que realizar lo mismo del primer día; el tercer día la expedición llega hasta de Laguna de Yanococha, luego su descenso por el desaguadero del río golpe. Al amanecer del cuarto día el sacerdote Longo desaparece misteriosamente, sin encontrar rasgo alguno; luego de una infructuosa búsqueda, la expedición se da por vencida y deciden regresar; el gobernador de Tacunga escribe al Rey de España que el documento del Derrotero es totalmente falso porque la expedición fue un fracaso porque termino con la desaparición y posible muerte del padre Longo.
HISTORIA DE "LA JOAQUINA"
La Joaquina es el punto lúgubre de la vía a Píllaro. Las cruces que se observan en el kilómetro 10 contienen la tristeza de los deudos por las víctimas de los accidentes  fatales ocurridos en la zona, pero también tejen la leyenda de una mujer que se suicidó por la traición de un chofer.
En esta “culebrera” carretera que comunica entre Ambato y Píllaro, donde el miércoles 26 de diciembre murieron otras 13 personas y 37 quedaron heridas, muchos conocen la historia de Joaquina, una hermosa mujer  cuyo marido, un chofer, la habría traicionado. Ella al descubrir la ofensa corrió y se lanzó al precipicio.
Años después, el espíritu de ella supuestamente se le aparecía a los conductores traicioneros que circulaban por ese sector de la vía a Píllaro y por ello lo habrían denominado con el nombre de la difunta, “La Joaquina”.
Hipólito Ronquillo, periodista  ambateño y conocedor de las leyendas urbanas,  relató  sobre la historia tenebrosa. 
La Joaquina era una mujer muy bella que se enamoró de un mal hombre. Según la leyenda, al parecer era un chofer muy mujeriego. 
 Al descubrir la infidelidad de su cónyuge, ella no pudo soportar la traición y decidió poner fin a su existencia. La mujer decepcionada caminó por el sendero que había en aquella época y se lanzó al precipicio.
El cuerpo de la señora fue encontrado días después donde ahora se ha construido el santuario  de La Virgen, en la vía Culapachán-Píllaro. (YIE)

ATRAE A LA MUERTE A CONDUCTORES

Meses posteriores a este acontecimiento, en los años 60, empezaron a ver a una linda mujer vestida de negro que deambulaba cerca del lugar del suicidio.
En esas épocas, para desplazarse hasta Ambato, los pillareños transitaban por un sendero o chaquiñán y con la utilización de caballos, mulas y asnos, según relató Ronquillo.
En aquella curva peligrosa, a los viajeros nocturnos y quienes andaban de “picaflor” se les aparecía la hermosa mujer vestida de negro. Los hombres embelesados la invitaban a que se subiera a la parte posterior de la montura del caballo. En el trayecto le hacían conversación, pero la mujer no respondía y cuando la regresaban a mirar se encontraban con una calavera que de los ojos irradiaba fulgurante luz. Las manos eran huesos. Lo demás cubría el vestido negro. Los galanes perdían la cordura al ver el espectro.

PUNTO PELIGROSO

La vía asfaltada se construyó hace 70 años, contó Rosario Tenelema, habitante de Píllaro. La mujer ha escuchado sobre la leyenda, pero piensa que los accidentes en ese punto de la carretera ocurren por la imprudencia de los conductores.
Hace más de una década, en el punto La Joaquina, un bus con policías se fue al abismo. Más de 10 uniformados murieron y otros quedaron heridos. En el trayecto se observan las cruces y la leyenda en honor a los “Caballeros de la paz”.
Hay quienes afirman que cuando empezaron a circular vehículos a Píllaro no dejó de aparecer “La Joaquina”, pero en cambio los más crédulos dicen que han visto las sombras de personas en el lugar. “Mi papá contaba que los policías se aparecían para tocar sus instrumentos. Eran músicos los que murieron. Además, que siempre veían bultos en el sector La Joaquina”, dijo Marco Castillo, de 55 años. 
Por coincidencia, en este tramo de la vía se han producido varios accidentes de tránsito con víctimas fatales. El último ocurrió el 26 de diciembre y los familiares de los deudos piden mayor control en la peligrosa vía. 
Casualidad o no que la leyenda tenga que ver con los percances, en el sitio se requiere mayor señalización.

Antiguo poblado

Santiago de Píllaro es uno de los sitios más antiguos de la provincia de Tungurahua con 160 años de cantonización. Se encuentra al noreste, a 12 kilómetros de la ciudad de Ambato.
Su nombre quichua traducido al español significa Altar de Dios. Otros autores atribuyen su apelativo al cacique Athi Pillahuaso, señor de las tierras comprendidas entre Patate y Salcedo.  De la unión de una hija de esta cacique con Huayna Cápac habría nacido Rumiñahui, en Píllaro.

ATI II PILLAHUASO - RUMIÑAHUI
ruminahui
Nació en Píllaro hacia 1482 aproximadamente. Fueron sus padres el Inca Huayna Cápac y Nary Ati, princesa de Píllaro; hija de Pillahuaso, Cacique o Ati de Píllaro, San Miguel, Mulalillo y Panzaleo y de la reina Choazanguil.

El verdadero nombre de Rumiñahui es Pillahuaso, tomado de su abuelo. Rumiñahui es solamente un apodo que significa "Cara de Piedra" y así lo llamaban por tener un berrueco o tumorcillo en la niña del ojo.

Pillahuaso es voz de orígen "Quitwa", más antigua que el quechua. En cambio "Ati" es qechua y significa "Vencedor, invencible...", título que usaba el viejo Pillahuaso en tiempos de Huayna Cápac, habiéndolo trasmitido a su nieto Rumiñahui.

Debió tener 51 años de edad aproximadamente en 1533 cuando Atahualpa fue preso. Entonces Rumiñahui y otros Caciques se dirigieron a Cajamarca para hacerlo huir pero viendo que era imposible, "aullando de dolor" regresaron a sus tierras para preparar la guerra contra los invasores. Cuando el 29 de Agosto de 1533 las candeladas anunciaron que Atahualpa había sido ajusticiado en Cajamarca y la noticia se regó por el imperio; Rumiñahui se proclamó Shyri de Quito por ser hermano mayor del Inca, asumió el mando, preparó los ejércitos, los disciplinó y salió a encontrar a los invasores que subían por la sierra al mando del Capitán Sebastián de Benalcázar.

Entonces Rumiñahui y otros Caciques se dirigieron a Cajamarca para hacerlo huir pero viendo que era imposible, "aullando de dolor" regresaron a sus tierras para preparar la guerra contra los invasores. Cuando el 29 de Agosto de 1533 las candeladas anunciaron que Atahualpa había sido ajusticiado en Cajamarca y la noticia se regó por el imperio; Rumiñahui se proclamó Shyri de Quito por ser hermano mayor del Inca, asumió el mando, preparó los ejércitos, los disciplinó y salió a encontrar a los invasores que subían por la sierra al mando del Capitán Sebastián de Benalcázar. 

ruminahuiRumiñahui al verse vencido por Benalcázar optó por huir a Quito donde hizo asesinar a su hermano el Inca Illiscacha y a las vírgenes del templo del sol; luego destruyó y quemó los edificios para que nada cayera en manos de los españoles, retiróse por el occidente a Jatun Sicchos a ofrecer nueva resitencia, escondiendo los tesoros en algún sitio cercano a Píllaro, en la zona de los Llanganatis, donde aún deben estar y no en las cercanías del monte Rumiñahui, conforme se ha aseverado equivocadamente. 

A principio de Enero de 1535 Rumiñahui fue apresado por el Cap. Hernando de la Parra y fue trasladado en parihuelas a donde estaba Benalcázar, que lo hizo torturar con otros Caciques para que indique el paradero de los tesoros del Inca; sin conseguirlo, de suerte que cansado de tanto silencio mandó ajusticiarlos, asándolos a fuego lento y sobre una parrilla, en la placeta de la fundación de Quito, porque aún no se había trazado la plaza mayor. Rumiñahui es considerado el héroe de la resistencia nacional indígena de 1534 y uno de los más valientes exponentes de su raza.

El Tesoro de Atahualpa y la Laguna Encantada

Corre el año 1535, Francisco Pizarro, el conquistador, llega al territorio incaico con su sed de oro. Atahualpa, el Inca, para salvar su vida ofrece llenar un cuarto con piezas del metal amarillo sin combatir a los invasores. Rumiñahui, el guerrero, se indigna con la actitud de su hermano y decide pelear. Antes previene: "Los extraños que han llegado no son ningunos Viracochas, son simples mortales y ladrones. Nos vienen a ofender. Se viene la sombra de la esclavitud. Si no luchamos, hemos de hundirnos en el duelo y la miseria". Pero su insistencia de combatir a los extranjeros en Cajamarca fue en vano, entonces decide marcharse hacia Quito donde se nombra Scyri y organiza la lucha.
Como si el tiempo no hubiera pasado, la historia vuelve, el accidente de un helicóptero en el que viajaban cuatro arqueólogos estadounidenses en una zona comprendida entre las provincias del Azuay y Cañar, al sur de Ecuador, revivió la leyenda. Más allá del accidente en sí, en el que por suerte nadie tuvo heridas de gravedad, la revelación de que los investigadores accidentados buscaban el oro del emperador inca Atahualpa, que fuera escondido hace varios siglos en un sitio jamás revelado, llamó la atención de los medios de comunicación.
Los científicos pertenecen a un grupo de 14 investigadores de la Asociación de Investigadores Marítimos de las Indias y del Instituto de Arqueología Náutica de la Universidad de Texas y la Fundación Widam que desde noviembre de 1998 viene realizando estudios sobre el famoso tesoro.
Los investigadores, viven desde mediados de 1998 en esa zona sureña de Sigsig, en las estribaciones de la Cordillera Oriental o de los Llanganates, donde se presume que el guerrero inca Rumiñahui, escondió el oro del Reino de Quito, que serviría de pago por el rescate de su hermano, el emperador Atahualpa, asesinado por los españoles en Cajamarca.
Una historia verosímil
Los arqueólogos creen que si bien hay un poco de leyenda en el hecho, hay elementos verosímiles y una posibilidad importante de que el oro esté en la zona de Sigsig, donde además están estudiando los vestigios antropológicos y arqueológicos.
El jefe de la misión, Michael Paret, señala que tras investigaciones realizadas en el Archivo de Indias de Sevilla, encontró la historia de Ayllón (Sigsig) y la ''laguna encantada", donde aparentemente podrían estar escondidos los utensillos de oro que iban a servir como rescate de Atahualpa.
Paret asegura que, de acuerdo con el estudio realizado en el Museo de Indias y con base en comparaciones de escritos sobre el tesoro, éste existe. ''Puede haberse creado una leyenda a su alrededor, como siempre ocurre con hechos históricos como éstos, pero el hecho ocurrió, por lo tanto el oro debe estar en alguna parte. Está comprobado que los escritos que aluden al rescate de Atahualpa son en un 90 por ciento verídicos''.
El primer paso de la investigación fue buscar evidencias de restos humanos de la época en el fondo del lago de Sigsig, pero mientras realizaban sus investigaciones fueron sorprendidos por un grupo de mineros que extraen el oro del lugar en forma artesanal, quienes quisieron expulsarlos porque creían que se trataba de mineros extranjeros. Eso obligó a la misión arqueológica a solicitar a las autoridades locales protección, y a contratar un helicóptero para que, terminada esa primera etapa, los evacuara del lugar sin tener que pasar por la zona minera. Sin embargo, sólo cuatro pudieron salir ya que en el segundo viaje, cuando viajaba de Sigsig a Gualaceo, el helicóptero se accidentó debido a una ráfaga de viento que lo desestabilizó y lo lanzó a las aguas de la denominada "laguna encantada". Los cuatro arqueólogos norteamericanos heridos lograron salvar la vida.
Para algunos habitantes de la zona el accidente habría sido provocado por el espíritu de Rumiñahui, que no quiere dejar que el secreto pueda ser descubierto. Rafaela Curuchumpi, una de las moradoras de la zona, cree que no se debe jugar con el fantasma de los antepasados porque pueden traer mala suerte. "Para qué buscar un tesoro que se lo llevó la laguna y seguramente está resguardado por los valerosos guerreros de Rumiñhaui. Esa ambición puede resultarles muy negativa", comentó.
El destino del Guerrero Inca
En 1933, dos años antes de que surgiera la historia del gran tesoro y la laguna encantada, cuando Pedro de Alvarado, conquistador de Guatemala, quiso llegar a Quito, tuvo que soportar la resistencia de los rebeldes. Atraído por las riquezas del Cuzco, llegó Alvarado a la costa de Manabí con siete embarcaciones, muchos caballos, soldados, cientos de indígenas guatemaltecos sometidos y algunos esclavos negros.
La marcha desde los pantanos tropicales hacia las nevadas montañas fue una derrota. En el camino se perdieron y fueron abandonados por los guías; los indígenas de Guatemala y los esclavos negros -desconocidos del frío- murieron congelados; y al fin Rumiñahui los echó a correr. Y caminó una voz por los caminos: "nadie vence al señor de Quito". Sebastián de Benalcázar, quien había fundado Guayaquil, fue el encargado de marchar con su ejército en busca del líder indígena. Antes envió un mensajero con una cruz y la oferta de amistad. Los rebeldes devolvieron su cadáver. En Cajamarca habían visto un símbolo de madera igual, en las manos de un tenebroso fraile que secundaba a Pizarro. Después Rumiñahui se preparó para recibir a Benalcázar. Reunió a su gente y le dijo: "Es preferible morir que aceptar la esclavitud de estos hombres que robarán tesoros, mujeres y tierras". Al hablar, un volcán parece salirle desde adentro, arde su voz, sonríe su corazón y vibran sus guerreros.
Benalcázar consigue una alianza con los indios cañaris para combatir a los rebeldes. El jefe indígena se adelanta y le sale al encuentro en las llanuras de Tiocajas. El lugar, favorable para el andar de los caballos españoles, no impide que los rebeldes anulen el poder del enemigo. Cada vez que matan un caballo le cortan la cabeza para mostrar que no son inmortales. La batalla va desde el mediodía hasta que la noche oscura obliga a suspenderla y continúa al día siguiente con la salida del sol. Las llanuras de Tiocajas estaban llenas de trampas para que los europeos y sus potros quedaran ensartados.
Un traidor avisa a Benalcázar el lugar y muestra un camino seguro para retirarse a Riobamba. Rumiñahui no se desanima y decide atacar la ciudad. En la hora del ataque el volcán Tungurahua entra en erupción. Muchos indígenas, aterrados, creyendo que se trataba de un mal augurio, huyeron bajo la lluvia ardiente. Los españoles no se cansaron de matar gente que corría indefensa. Rumiñahui se retira con sus soldados más fieles hacia Ambato. Luego se va a Quito, envía a lugar seguro a los más débiles y esconde los tesoros de Atahualpa. Al acercarse los invasores obstruye los canales que abastecen de agua la ciudad y le prenden fuego antes de retirarse. La cordillera es su último refugio. Hasta allá marcha Benalcázar a buscarlo. Tras la resistencia logra prenderlo. Durante la tortura, la pregunta se repite: "¿Dónde están los tesoros de Atahualpa?". Y la respuesta del indígena también se repite: "En un rincón de la montaña". Así los envía a un lugar donde nada hay. Así será durante algunos días. Las pistas falsas sirven para reposar un poco, antes del nuevo tormento. Los españoles se cansan de la burla y su ira se desenfrena. Benalcázar determina la justicia: muerte en la hoguera.











5 comentarios:

  1. Esta interesante tus leyendas sigue a si sacando en alto el nombre de Pillaro

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    1. si es interesante bonita historia incas de lod tesoros

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    2. si es interesante bonita historia incas de lod tesoros

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  2. De qué fuentes obtuvo la información? :v

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  3. un dato no cuadra, EL DESTINO DEL GUERRERO INCA, la expedición del conquistador de Guatemala Pedro de Alvarado de 1933

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